Categorías
De interés Madrid con niños

Subsuelo de Madrid

Con la celebración del centenario del Metro de Madrid, vamos a aprovechar y conocer que más secretos nos revela el subsuelo de Madrid

El 17 de octubre de 1919 el rey Alfonso XIII inauguró la primera línea de metro que uniría las estaciones de la Puerta del Sol con Cuatro Caminos. Ahora con su centenario vamos a conocer un poco más esta estación tan antigua y además realizar un sorprendente recorrido por el subsuelo de Madrid

La primera de esas paradas por el Madrid escondido bajo tierra nos lleva a:

Museos del Metro

Andén Cero

También conocida como la estación fantasma de Chamberí. Conocida así porque formaba parte de la Línea 1, inaugurada en 1919 y cerrada el 1966 por no poder ampliar sus andenes.

Andén 0 - Estación de Chamberí
Andén 0 – Estación de Chamberí

Durante mucho tiempo esta estación ha estado clausurada, pero si te montabas en el metro al pasar por esta estación se veía algo en toda la penumbra. Ahora ya ha cambiado, y se ve perfectamente al pasar con el metro gracias a la transformación que se la ha realizado.

En la actualidad puede visitarse de manera gratuita determinados días y horarios, puede consultarse en la web: www.metromadrid.es

Al comenzar a descender para llegar a la estación es como si pasáramos por un túnel del tiempo, se ha conservado prácticamente intacto, luciendo ahora con todo su esplendor y con luz natural, ya que en el diseño se incorporó un lucernario en el vestíbulo.

Andén 0 - Por el subsuelo de Madrid
Andén 0 – Por el subsuelo de Madrid

Toda la estación se mantiene intacta de aquella época, conserva los carteles publicitarios en cerámica, habituales en aquel momento y la bóveda recubierta de azulejos.

Estación de Pacífico, Nave de Motores

Entre los años 1922 y 1923, se construyó la Nave de Motores de la estación de Pacífico, complemento perfecto a Andén 0, ya que la suministraba electricidad y prestaba servicio a la red de Metro de Madrid. Esta nave también ha sido restaurada, conservando su aspecto original.

Allí encontraremos tres motores diésel enormes de 1.500 cv cada uno, además de toda la maquinaria que se utilizaba como transformadores, alternadores,… todo ello servía para generar la energía que necesitaban el metro para su funcionamiento.

Nave de motores
Nave de motores

En esta estación de Pacífico podremos contemplar el vestíbulo original de 1923, abovedado y compuesto por un lucernario. Debe realizarse bajo cita previa en www.metromadrid.es, suelen realizarse los segundos o tercer sábado de cada mes.

Estación de Ópera

En el interior de la Estación de Ópera nos encontramos Los Caños del Peral. Se trata de unos restos arqueológicos de los siglos XVI y XVII, se considera el mayor museo arqueológico situado bajo tierra de Madrid.

Parte de la Fuente de los Caños del Peral
Parte de la Fuente de los Caños del Peral

Se trata de restos de la fuente de los Caños del Peral. Esta fuente era de uso público y estaba formada por seis caños y seis pilar, el Acueducto de Amaniel. Estos caños surtían de agua al Palacio Real, y la alcantarilla del Arenal solucionó los problemas de aguas sucias que anteriormente iban al arroyo de Leganitos.

Estación de Carpetana

Este último Museo del Metro de Madrid nos lo ofrece la Estación de Carpetana, aquí durante los trabajos de restauración se encontraros hallazgos del Mioceno. Por lo que se ha realizado una recreación del paleoambiente que se respiraba en Madrid hace la friolera de 14 millones de años.

Estación de Carpetana
Estación de Carpetana

Los Museos del Metro de Madrid llegan a su fin, pero desde luego hay estaciones que deben visitarse bien sea por su construcción o por su diseño.

Pero el subsuelo de Madrid nos lleva a descubrir otras muchas maravillas.

Una mina subterránea

Los madrileños podemos presumir de tener una mina en pleno subsuelo de la ciudad. La mina se encuentra en Chamberí. Más exactamente en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía, en la calle Ríos Rosas, 21 (entrada por la calle Alenza). Durante los años 60 se realizaron unas obras para habilitar un aula más interactiva dónde los alumnos poder realizar las prácticas.

Se la conoce como la Mina de Marcelo Jorissen por el decano que mandó construirla, toda una joya en el subterráneo. A 25 metros bajo tierra y con una bajada de 75 escalones que accederemos a un túnel de 50 metros, allí nos encontramos con una reproducción perfecta de un yacimiento de carbón, con raíles, vagonetas, galería, pozo y las vigas de madera y metal que sujetan las paredes.

Mina de Marcelo Jorissen
Mina de Marcelo Jorissen

En la actualidad puede visitarse en grupos de diez personas los miércoles, jueves y viernes, en horario de 10, 12 y 17 h para adquirir las entradas deben dirigirse a la web: www.minasyenergia.upm.es, tienen un coste de 3€ que incluye la mina y el museo. Si deseas además realizar un taller básico sobre minerales el coste será de 1€ a mayores. También abre el primer domingo de cada mes, y en esta ocasión no hace falta formar grupos.

El búnker de El Carpicho

En el parque de El Capricho nos encontramos a 15 metros de profundidad un búnker. Parece ser que fue construido sobre el año 1937 durante la Guerra Civil Española por el bando republicano. Aprovecharon la ocasión para su construcción ya que se encontraban lejos del frente pero al mismo tiempo estaban bien comunicados, gracias al arbolado que allí se encuentra sirvió de camuflaje.

Las visitas comienzan en cada primavera, pueden adquirirse las entradas en la web: www.reservaspatrimonio.es, hay que darse prisa porque se agotan.

Búnker de El Capricho
Búnker de El Capricho

Este búnker consta de siete dependencias rectangulares, con cuatro salidas al parque de El Capricho y una galería de escape hacia la calle, la cual atraviesa el subsuelo del Palacio de los Duques de Osuna.

Réplica de las Cuevas de Altamira en Madrid

En los jardines situados en la entrada del Museo Arqueológico Nacional, encontramos una réplica de las Cuevas de Altamira, no es necesario entrar al museo.

Réplica en Madrid de las Cuevas de Altamira
Réplica en Madrid de las Cuevas de Altamira

Se construyeron en 1964, un equipo de profesionales alemanes colaborando con la Universidad Complutense. Se realizó una reproducción de parte del techo de las increíbles pinturas prehistóricas de las Cuevas de Altamira. En esta ocasión se ven mejor gracias a la colocación de un espejo central.

Un oasis para descansar, Un hamman

En la calle Atocha, 14, encontramos un remanso de paz para relajarnos del bullicio de la ciudad. El Hammam Al Andalus recrea la tradición árabe, en el que su base se centra en el equilibrio entre cuerpo y mente a través de los cambios de temperatura, siempre utilizando el agua como elemento purificador. Además la historia también tiene espacio en este remanso.

Se encuentra construido sobre un aljibe de cientos de años de antigüedad, aprovechando su estructura y los materiales utilizados en su construcción original.

Hammam Al Ándalus
Hammam Al Ándalus

Comenzaremos bajando por unas escaleras hasta una sala donde estarán tres termas con diferentes temperaturas del agua, fría, tibia y caliente, y un baño turco. El ambiente no puede ser más propio para relajarnos, luz tenue, música de fondo, velas, el sonido del agua,… además de disfrutar de un maravilloso masaje y un vasito de té.

Una experiencia así no podemos perderla, y puede ser una excusa perfecta para regalar por cumpleaños, aniversarios, Navidad, o simplemente para dar una sorpresa a ese ser querido que vemos muy estresado.

Conocer el subsuelo de Madrid es otra de las maravillas escondidas que tiene esta ciudad, y que cuando comienzas a visitarla te sorprende.

Otros artículos de interés:

Templo de Debod

Real Jardín Botánico

— Visitar Madrid en dos días